Los
contenidos narrativos son realizaciones sociales que se manifiestan en el
inicio del género utópico, y se encuentran presentes, de una manera prácticamente
análoga, aunque axiológicamente diferente, en manifestaciones recientes del
mismo género. Lo peculiar es que esos
contenidos materiales en el recorrido progresivo de la utopía clásica a la
actual aparecen tergiversados, de tal modo, que lo que actualmente se conoce
como distopía, lo cual es una utopía negativa, coincide materialmente con la reseña de la utopía real. La consecuencia que puede analizarse de este
hecho, más extenso de lo que queda palpable en los límites de la confrontación textual
ceñido a la Utopía de Campanella y a la Distopía de Orwell, es que la distinción
entre Utopía y Distopía se encuentra en la
axiología, pero no material.
Existen
diversos problemas de interpretación los cuales perjudican la novela de Orwell,
1984. El más interesante es en una
primera instancia, el titulo, como también su significado como elemento distintivo del
relato. Parece entendido, que Orwell no trata de predecir el estado en el que
se encuentra la sociedad inglesa, pero si le advierte de un riesgo que sitúa a
un tercio de siglo después de la fecha en la que se publicó la obra. Pero tampoco se restringe a ese aviso. A su vez, describe la transición de los
sucesos desde el momento en que empieza a escribir, es decir, desde el presente
del autor, hasta el momento en que se
desarrollan los acontecimientos del relato, es decir, hasta la actualidad de la
novela. Hay dos intrigas en la obra, una
es la del presente novelado y la ucronía detalla una historia paralela adherida
de esas dos fechas características intrigadas por la arbitraria combinación de
las cifras “48” y “84”. Esa dualidad de la intriga accede, a partir del análisis textual,
revelar, sino las intenciones ocultas de Orwell, si las significancias impresas
en la obra.
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